No es fácil sacar a relucir la creatividad cuando pasas 8 horas diarias delante del ordenador. El otro día le comentaba a una amiga que, cuando tengo más de 4 o 5 días de vacaciones seguidos, empiezo a notar que se me despeja la mente y vuelven a fluir ideas y proyectos locos, algo que siempre me ha caracterizado. La mayoría de ideas quedan en nada porque es muy bonito imaginarse el resultado final (por ejemplo, el argumento de una serie, un buen tema para un libro, un invento de algún cachivache, etc.), pero no es viable llevarlo a cabo. Cuando llega el final de ese periodo de descanso, todas esas ideas se desvanecen o, mejor dicho, quedan almacenadas en algún compartimento de mi mente, como el almacén de recuerdos de Alegría en la película “Inside Out”. Pero de alguna forma ya han cumplido su función: recordarme que sigo siendo la yo de siempre, aunque la rutina adormezca esta faceta.

Yo, después de las vacaciones, camino de apilar una nueva idea en la estantería donde descansan las demás.
Copyright: Disney Pixar

Este blog nació hace exactamente un año y su creación se debió a dos motivos: primero y principal, acababa de fallecer una amiga, las emociones se me agolpaban a borbotones y no sabía cómo expresarlas sino escribiendo. El segundo motivo es que en ese momento tenía menos trabajo y ya había empezado a notar cómo la necesidad de crear algo llamaba a mi puerta. Hizo falta muy poco (concretamente, un comentario de una desconocida en mi publicación) para decir: ¡Va, voy a hacerlo! ¡Voy a abrir otro blog, y van tres!

Pues bien, han pasado 365 días desde entonces y hace apenas tres semanas una de esas ideas, de repente, no sonó tan descabellada. Me bajé de un vuelo por un ataque de ansiedad y mis planes se fueron al traste, así que me dediqué a patear Barcelona y, en uno de esos paseos, se me encendió la bombilla. La apatía dio paso a un torrente de ilusión y muchas, muchas ideas. Como los matemáticos que dan con la fórmula mágica justo antes de irse a dormir o como el doctor House, que da con el diagnóstico justo mientras se cepilla los dientes, vi cómo las piezas iban encajando en mi cabeza: ¿Y si…?

Y así nace García Meraki, mi tienda online de pendientes con diseño de inspiración griega. De alguna manera, siento que esta iniciativa combina todo lo que necesito a día de hoy para sentirme ilusionada: dar salida a la creatividad para crear mis propios diseños (en los últimos meses he fabricado mis propios anillos y también una maceta de cerámica, ¡me encanta usar las manos!), seguir aprendiendo sobre tecnología (plataformas online, SEO, etc.) y aprovechar mi afición a la fotografía. Todo ello enmarcado en el contexto de mi inexplicable vínculo con Grecia desde hace muchos años.

www.garciameraki.com

Mis conocimientos de comercio y marketing son prácticamente inexistentes y, sin embargo, ese obstáculo hace este proyecto más atractivo todavía. Se puede ver como una apuesta arriesgada, si lo que quiero es obtener beneficios a toda costa, o como un proyecto que será interesante salga como salga. En cualquier caso, el momento es ahora: no sería lo suficientemente valiente de probar suerte en algo así si no tuviera unos ingresos fijos cada mes. Entiendo los gastos derivados de esta idea como una inversión en mí. En un año revaluaré la situación y decidiré qué hacer entonces…

¡Seguiremos informando….!

Acerca de la autora

Merche García

¡Hola! Me llamo Merche, tengo 35 años y este es mi tercer blog. En él, subiré mis escritos con la intención de compartirlos y seguir conociendo a gente interesante en el camino. Como soy una nostálgica, he republicado algunas entradas de mis dos blogs anteriores "Punto y Oporto" (sobre viajes) y "Traducir&Co" (sobre traducción). Mira en el menú superior.

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